El objetivo declarado de la ley es ayudar a los padres a enfrentar los desafíos de criar a sus hijos en un entorno digital complejo. Según el presidente de la Cámara Baja de Florida, Paul Renner, las redes sociales son lugares donde ocurren más delitos contra menores y tienen un impacto negativo en su bienestar mental.
Aunque la mayoría de las plataformas exigen una edad mínima de 13 años para abrir una cuenta, la aplicación de esta restricción no siempre es efectiva. Algunos críticos argumentan que la supervisión parental sería más efectiva que la prohibición gubernamental.
Sin embargo, los defensores de la ley argumentan que se enfoca en las características adictivas de las redes sociales, como el “scroll infinito” y los “me gusta”, que pueden afectar negativamente el comportamiento y la salud mental de los jóvenes. DeSantis, que anteriormente había rechazado una propuesta más amplia de prohibición, ha destacado la importancia de que los padres tengan un mayor control sobre las decisiones que afectan a sus hijos.
Esta medida se suma a otras leyes aprobadas en Florida durante el mandato de DeSantis, que buscan restringir ciertos aspectos de la enseñanza y proteger la moralidad y seguridad de los jóvenes en el estado.