La Municipalidad confirmó que los ataques ocurrieron en un lapso de una hora y provocaron daños materiales significativos. Esta serie de eventos se suma a una semana marcada por la violencia, con narcotraficantes ordenando ejecuciones, incluyendo la de dos taxistas. En respuesta, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció la suspensión de actividades.
Los taxistas se unieron a la medida de protesta, comprometiéndose a no circular hasta al menos las seis de la mañana. Esta decisión responde a un clima de intimidación que también se reflejó en un mensaje amenazante recibido en la línea de emergencia 110.
El transporte público, vital para la movilidad de los ciudadanos, se ve nuevamente interrumpido, generando preocupación en la población. Esta situación refleja la necesidad de abordar de manera urgente la seguridad en el transporte y en la ciudad en general.
La repetición de estos actos violentos plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas hasta el momento. La ciudadanía espera respuestas claras y acciones concretas por parte de las autoridades para restaurar la tranquilidad y el normal funcionamiento de la ciudad.