El desafío de Alford no solo fue físico, sino también logístico, enfrentando obstáculos como la escasez de infraestructura de carga en regiones remotas y climas extremos. A pesar de los contratiempos, culminó su viaje en Niza, Francia, el 27 de marzo, marcando así un hito en la historia del transporte sostenible. En su travesía por Argentina, desde Susques en Jujuy hasta Buenos Aires, recorrió diversas provincias, mostrando la versatilidad y eficiencia de los vehículos eléctricos.
Alford no solo batió récords en esta travesía, sino que también estableció un precedente para la próxima generación de exploradores y defensores del medio ambiente. Su determinación y dedicación inspiran a otros a explorar nuevas formas de movilidad sostenible y a enfrentar los desafíos del cambio climático. Esta odisea épica no solo fue un logro personal para Alford, sino también un testimonio del poder de la innovación y la determinación humana para superar los desafíos globales.
En una declaración, Alford expresó su gratitud por la oportunidad de conocer personas de diversas culturas y por los desafíos únicos que enfrentó durante su viaje. Su experiencia no solo fue una aventura, sino también una lección sobre la importancia de la sostenibilidad y la cooperación global. Con su récord mundial y su dedicación a la causa medioambiental, Alford se ha convertido en un símbolo de esperanza y inspiración para las generaciones presentes y futuras. Su legado perdurará como un recordatorio de que cada paso hacia un futuro más sostenible es un paso en la dirección correcta.