Por otro lado, el Gobierno, encabezado por Luis Caputo como ministro de Economía, ha recalculado su estrategia cambiaria ante la falta de ingreso de divisas. La promesa de dolarización, hecha por Caputo a Milei, se ve obstaculizada por la ausencia de resultados concretos en este aspecto. Se especula sobre cambios en el equipo económico, con la posible entrada de José Luis Espert como reemplazo de Caputo.
La apuesta del Gobierno sigue centrada en el sector agroexportador, aunque las fuentes financieras para llevar a cabo la dolarización no están aseguradas. El FMI ha puesto en duda el desembolso de fondos, y el Gobierno busca alternativas en el frente externo. Se menciona la posibilidad de obtener ingresos a través de exportaciones de hidrocarburos, especialmente desde Vaca Muerta.
Sin embargo, la liquidación de divisas por parte del sector agropecuario no alcanza las expectativas, ya que los productores mantienen una posición especulativa, esperando condiciones más favorables para vender sus cosechas. Esto se debe en parte a las previsiones de una cosecha de calidad regular a mala para el cierre de la campaña actual y condiciones climáticas adversas para la próxima siembra.
El informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) advierte sobre la probabilidad de una transición hacia una fase La Niña, lo que podría agravar aún más las condiciones climáticas desfavorables para la agricultura. En resumen, la incertidumbre climática y financiera continúa condicionando el panorama del sector agropecuario argentino, mientras el Gobierno busca alternativas para cumplir con sus promesas de dolarización.