Las medidas adoptadas por la empresa han despertado críticas y denuncias por parte de los sindicatos. Se señala que los despidos no siguen ningún criterio claro y afectan principalmente a trabajadores no agremiados. Esta situación ha llevado a una solicitud urgente por parte de los gremios para mantener una reunión con las autoridades correspondientes.
La preocupación radica en que estos despidos afectarán directamente la ejecución y seguimiento de obras fundamentales para el mantenimiento del servicio ferroviario nacional. Se teme que estas acciones sean parte de un proceso más amplio de desmantelamiento del sistema ferroviario, con amenazas adicionales de cierre de estaciones y servicios.
Ante esta situación, se han planteado diversas acciones por parte de los gremios y grupos de trabajadores. Se han propuesto asambleas, un posible paro de 24 horas y un plan de lucha para hacer frente a estos ataques laborales. La Agrupación Naranja Ferroviaria ha llamado a la solidaridad de otros sectores y organizaciones para unirse en la defensa de los derechos laborales.
La jornada de lucha convocada para el viernes 12 busca sumar apoyo y visibilizar la situación de los trabajadores afectados. La incertidumbre y la preocupación son palpables en medio de este contexto, donde se espera una respuesta por parte de las autoridades y un compromiso firme para proteger los empleos y el servicio ferroviario en Argentina.