La creación del Grupo de Operación Conjunta en Córdoba, con la participación de alrededor de 40 agentes, sugiere un mayor involucramiento del gobierno estadounidense en asuntos de seguridad en Argentina.
La DEA, presente en Argentina desde los años ’80, ha sido objeto de críticas por su falta de eficacia en el combate al narcotráfico, tanto en Estados Unidos como en otros países.
La llegada de la DEA a Córdoba se produce en un contexto donde la lucha contra el narcotráfico es presentada como prioritaria, aunque persisten dudas sobre su verdadera efectividad.
La intervención de la DEA en Córdoba refleja una tendencia hacia un mayor intervencionismo estadounidense en la región, lo que genera preocupación en algunos sectores sobre la soberanía nacional y la autonomía en materia de seguridad.