Javier Milei, presidente de Argentina, ha decidido usar vuelos oficiales por razones de seguridad, revirtiendo su política inicial de austeridad que favorecía los vuelos comerciales.
Esta decisión se tomó después de que Patricia Bullrich, su ministra de seguridad, advirtiera sobre los riesgos asociados al uso de vuelos comerciales tras un incidente durante una gira internacional.
La oposición, liderada por Alberto Fernández, ha criticado la medida, tildándola de ineficiente y demagógica, cuestionando la verdadera intención detrás de la política de austeridad previamente promovida.
El cambio de estrategia ha generado un amplio debate sobre la seguridad presidencial y la visibilidad que Milei desea proyectar, tanto en Argentina como internacionalmente.
A pesar de las críticas, el gobierno defiende el cambio como una necesidad imperativa para garantizar la seguridad del presidente y su equipo durante sus desplazamientos.