Lousteau argumentó que el acuerdo salarial fue consensuado durante una reunión parlamentaria, donde los presidentes de bloque acordaron la medida. Sin embargo, sus afirmaciones fueron rebatidas por quienes consideran que el aumento no refleja las necesidades de la población, especialmente de los jubilados. Se cuestiona también la coherencia del presidente, quien previamente había aumentado su propio sueldo para luego retractarse.
La crítica no solo se limitó al ámbito político, sino que trascendió a las redes sociales, donde Ángel de Brito y Yanina Latorre expresaron su descontento. Latorre, en particular, destacó la situación de las personas mayores que apenas alcanzan a subsistir con la jubilación mínima, contrastando con los sueldos privilegiados de los senadores. Este debate refleja las tensiones existentes en la sociedad argentina respecto a la distribución de ingresos y la equidad social.
La controversia en torno al aumento salarial de los senadores continúa alimentando el debate público, en un contexto donde las preocupaciones económicas y sociales son cada vez másacuciantes. La discusión se ha intensificado, evidenciando las diferencias de opinión y las discrepancias sobre el manejo de los recursos y la priorización de las necesidades de la ciudadanía. En medio de este escenario, queda pendiente el análisis de las consecuencias reales de esta medida en la sociedad argentina.