El dirigente destacó la magnitud de la protesta, afirmando que la movilización demostró una unidad diversa y significativa, que abarcó todas las generaciones y clases sociales. Esta gran convocatoria, según Grabois, representó un despertar cívico y renovó la esperanza en el futuro de la educación pública en Argentina.
En sus declaraciones, Grabois también hizo hincapié en la respuesta de Milei a la marcha, la cual describió como despectiva y desconectada de la realidad social y política del país. Criticó la retórica del presidente y su enfoque hacia las políticas educativas, sugiriendo que tal actitud podría tener consecuencias negativas tanto para él como para el país.
Además, Grabois aprovechó la ocasión para enviar un mensaje claro al gobierno, instando a Milei a reconsiderar su postura y a tomar en serio las demandas de la comunidad educativa. Enfatizó que ignorar tales demandas podría resultar en un daño considerable y duradero, tanto a nivel social como político.
Finalmente, el líder político cerró con una advertencia directa a Milei, sugiriendo que la negligencia en abordar estos temas podría «estallarle en la cara». Según Grabois, el apoyo popular que Milei podría estar perdiendo es un signo claro de que necesita cambiar su enfoque y escuchar más a las voces de su país.