A pesar de la proximidad al complejo nuclear, las autoridades confirmaron que el incendio no representó ningún riesgo para las instalaciones de la central ni para su operación segura. El fuego se limitó a unos talleres anexos ubicados en una zona periférica del predio de la central, lo que evitó una potencial crisis.
La respuesta rápida y efectiva de los equipos de emergencia fue clave para manejar la situación sin víctimas ni daños severos, más allá de los materiales consumidos por el fuego. Los bomberos lograron extinguir el incendio utilizando solo recursos locales, sin necesidad de apoyo externo, lo que demuestra la capacidad de respuesta ante emergencias en la zona.
Posteriormente, la Central Nuclear de Embalse emitió un comunicado asegurando que todas sus operaciones continuaban normalmente y que el incidente no afectó la seguridad de sus instalaciones. Este comunicado buscó tranquilizar a la población, enfatizando que la integridad de la central estaba completamente asegurada.
Este suceso ha reavivado la discusión sobre la seguridad en áreas críticas y la importancia de mantener estrictos protocolos de seguridad, no solo en las instalaciones nucleares sino también en las zonas aledañas. Las autoridades están revisando las medidas de seguridad para prevenir incidentes futuros y asegurar que los protocolos de emergencia sean adecuados y efectivos.