Aunque hubo un frente frío reciente que redujo las temperaturas a niveles críticos en algunas áreas, la mayoría de las regiones donde la chicharrita es endémica experimentarán temperaturas por encima de los umbrales de supervivencia del insecto. Esta situación podría permitir que la chicharrita sobreviva al invierno, lo que complicaría los esfuerzos de control y manejo de la plaga en las cosechas futuras.
Esta plaga, además de su resistencia a bajas temperaturas, es portadora de enfermedades que reducen los rendimientos de los cultivos de manera drástica. La continuidad de condiciones climáticas favorables para la chicharrita en áreas clave agrava la preocupación entre los agricultores y especialistas, quienes ahora deben prepararse para métodos alternativos de control y mitigación.