El gobierno nacional y el provincial intentan mejorar la integración entre las distintas fuerzas, estableciendo un comité de crisis. Sin embargo, las quejas de los efectivos federales sobre la posible complicidad de la policía provincial con bandas criminales obstaculizan estos esfuerzos. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza que dificulta las operaciones conjuntas.
La desconfianza se refleja en la estrategia de seguridad donde las fuerzas federales y provinciales operan independientemente. Esto ha llevado a situaciones donde la eficacia de los operativos se ve comprometida, ya que las tácticas y la información no se comparten adecuadamente entre las agencias.
El gobierno ha propuesto la creación de nuevas unidades especiales, integradas por miembros seleccionados de la Policía de Santa Fe, para intentar restaurar la confianza y mejorar la coordinación. Sin embargo, el camino hacia una cooperación efectiva parece complejo debido a la persistente sospecha y las acusaciones de corrupción.
Es crucial para la seguridad de Rosario y la efectividad en la lucha contra el narcotráfico que se resuelvan estos conflictos internos y se establezca una colaboración genuina entre las fuerzas de seguridad, garantizando una estrategia unificada y coherente para enfrentar a las bandas criminales.
Palabras clave
Rosario, Policía de Santa Fe, fuerzas federales, narcotráfico, desconfianza