A pesar de estos esfuerzos por simplificar los procesos y fomentar el crecimiento del sector, los representantes del campo expresaron preocupaciones adicionales, principalmente relacionadas con la carga impositiva. Solicitaron una reducción de impuestos y la eliminación de las retenciones, argumentando que estas medidas son esenciales para la competitividad internacional de la ganadería argentina.
El Gobierno parece estar abierto a considerar estas demandas, y se espera que las discusiones continúen en futuras reuniones del consejo. El objetivo principal sigue siendo fortalecer la cadena productiva de carne bovina y aumentar las exportaciones, lo cual es vital para la economía del país.
Este diálogo entre el Gobierno y los productores es un paso crucial hacia la adaptación de la industria a las exigencias del mercado global. Sin embargo, queda claro que aún hay desafíos significativos que superar, especialmente en lo que respecta a la estructura impositiva y la burocracia.
El resultado de estas negociaciones será determinante para el futuro de la ganadería en Argentina. Se espera que las partes involucradas encuentren un equilibrio entre las necesidades gubernamentales y las demandas del sector agropecuario.
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