Las denuncias, recibidas a través de la línea 134, implican a varios dirigentes piqueteros en actos de coacción. Se realizaron 27 allanamientos, obteniéndose evidencia significativa, como dinero y documentación, que ahora debe ser analizada por la justicia para establecer la veracidad de las acusaciones.
Belliboni ha indicado su disposición a confrontar estas acusaciones en los tribunales y ha expresado su disposición a expulsar de su movimiento a cualquier miembro que haya incurrido en estas prácticas. Subraya la importancia de preservar la integridad de su organización y el objetivo de sus protestas.
El escándalo surge en un contexto de intensa vigilancia y crítica a los movimientos sociales en Argentina, especialmente aquellos que dependen de subvenciones estatales. La implicación de estos grupos en actividades delictivas podría tener profundas implicancias para su legitimidad y operatividad futura.
Belliboni y sus seguidores esperan que el proceso judicial clarifique la situación y restaure la confianza en sus actividades, mientras continúan abogando por los derechos de los sectores más vulnerables de la sociedad.
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Eduardo Belliboni, Polo Obrero, extorsión, piqueteros, justicia social