Pamela Silva, la dueña de la tienda, ha implementado un operativo de seguridad con la Policía de Córdoba y personal municipal para mantener el orden y evitar inconvenientes con los vecinos. Además, se entregaron 1.500 números para gestionar el ingreso de los clientes de manera organizada.
La clausura inicial del local, que ocurrió el 5 de abril, se debió a problemas estructurales y disturbios causados por la multitud que acampó en la zona. Después de trabajar en las mejoras necesarias, Silva consiguió la habilitación municipal para reabrir.
El director del CPC de barrio Jardín, Diego Del Vecchio, mencionó que la normativa se aplica para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad tanto de los propietarios como de los clientes. Este esfuerzo busca asegurar una experiencia positiva para todos los involucrados.
Los precios bajos del local continúan siendo el principal atractivo, con ofertas como tapados de pana a 9.500 pesos y vestidos a 4.500 pesos. La tienda seguirá promocionando sus productos a través de redes sociales y grupos de WhatsApp.
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