La recesión económica ha agravado la situación, dificultando la generación de recursos propios para cubrir los gastos crecientes. Los clubes solían realizar eventos para recaudar fondos, pero la asistencia ha disminuido, ya que la gente prefiere celebrar en casa para ahorrar costos.
La falta de subsidios no solo afecta las tarifas de energía, sino también otros costos de mantenimiento que se han incrementado considerablemente. Guenchur destacó que, aunque siguen organizando eventos, los ingresos se destinan casi en su totalidad a pagar tarifas y otros gastos operativos, lo que genera incertidumbre sobre la sostenibilidad a largo plazo.
El panorama nacional es desalentador, ya que se han cortado todas las ayudas que los clubes recibían, incluso durante la pandemia. Esto ha dejado a los clubes en una situación precaria, obligándolos a buscar soluciones alternativas para mantenerse operativos.
Finalmente, los clubes de la provincia planean reunirse para discutir posibles soluciones y estrategias para enfrentar esta crisis. La comunidad espera que, a través de la colaboración y nuevas iniciativas, puedan encontrar una manera de superar estos desafíos económicos.
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