Por otro lado, la Asociación Civil para la Conservación y Uso Sustentable del Ecosistema Entrerriano (Acetra), que incluye a trabajadores de turismo aventura, defiende la decisión basándose en estudios científicos. Argumentan que la resolución se fundamenta en investigaciones que aseguran un manejo sostenible de las poblaciones de las especies permitidas.
La Resolución Nº 997 detalla las especies y las cantidades autorizadas para la caza, prohibiendo esta actividad en áreas protegidas y sitios Ramsar. Entre las especies permitidas se incluyen diferentes tipos de patos, perdices y liebres.
El conflicto refleja una división entre aquellos que ven la caza como una actividad económica importante para la región y quienes la consideran una amenaza para la biodiversidad. Los defensores de la caza también destacan el impacto económico positivo en las comunidades rurales y el turismo local.
Las autoridades han indicado que la regulación de la temporada de caza será exhaustiva para garantizar un impacto mínimo y que la actividad se realice de manera responsable y controlada, atendiendo a los principios de conservación y sostenibilidad.
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