La oposición dialoguista, compuesta por UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, aguarda con expectación la respuesta del Gobierno respecto a los cambios propuestos a la Ley Ómnibus. A pesar de las reuniones previas, la incertidumbre persiste, generando tensión en el Congreso. La fecha límite para sesionar se acerca, y las negociaciones entre las partes se vuelven cruciales para el futuro de la mega ley.
La respuesta del Gobierno sobre los cambios a la Ley Ómnibus se mantiene en espera, generando inquietud entre los diputados de la oposición dialoguista. A pesar de compromisos previos, el oficialismo demora su respuesta, estrechando el margen para sesionar según el plan original. La oposición, liderada por UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, ya trabaja en dictámenes propios ante la posibilidad de rechazo gubernamental. La situación plantea un escenario con tres dictámenes divergentes, intensificando la complejidad del proceso legislativo.
Las discusiones se centran en el procedimiento parlamentario para evitar caos en la sesión de la mega ley. La oposición aboga por un dictamen bien trabajado, proponiendo posponer la sesión para la próxima semana. Mientras tanto, el Gobierno manifiesta voluntad de negociar, siempre y cuando se respete el espíritu del proyecto. Las divergencias incluyen la fórmula jubilatoria, retenciones a sectores específicos y la delegación de facultades al Ejecutivo. Radicales y libertarios expresan preocupaciones sobre el impacto de ciertas propuestas en la pirámide previsional.
Las próximas horas serán cruciales para definir el curso de la Ley Ómnibus, con la expectativa de que el Gobierno ofrezca una respuesta que permita avanzar en las negociaciones. La incertidumbre persiste en el Congreso, y la oposición busca consensos mientras se prepara para enfrentar un posible rechazo oficial. La atención se centra en la capacidad de ambas partes para superar las diferencias y lograr un dictamen consensuado que garantice la viabilidad de la mega ley.
