Cirio recordó un infarto que sufrió hace siete meses, durante el cual tampoco recibió apoyo de su hija. Subrayó que esta situación refleja la distancia emocional entre ellos. Sin embargo, afirmó que sigue esperando una llamada de Jésica para restaurar el vínculo.
La celebración del matrimonio de Jésica se realizó con solo 60 invitados, excluyendo a su padre debido a tensiones pasadas. Horacio manifestó su tristeza por no poder compartir este momento especial, resaltando su deseo de resolver las diferencias.
A pesar de los conflictos, Horacio mantiene la esperanza de un futuro acercamiento. Su mensaje final reflejó su anhelo de reconciliación y el deseo de ser incluido en la vida de su hija.
Esta situación resalta las complejidades de las relaciones familiares y la esperanza de superar los conflictos pasados para construir un futuro mejor.
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