La Corte Internacional de Justicia había ordenado recientemente a Israel detener su ofensiva militar en Rafah, subrayando que las órdenes son vinculantes y deben ser respetadas por todos. Guterres enfatizó la importancia de permitir la entrega segura y sin obstáculos de suministros humanitarios a las personas afectadas y la apertura de todos los puntos de cruce para facilitar la ayuda necesaria.
El conflicto en Rafah ha exacerbado la devastación y el sufrimiento en la región, reforzando la urgencia de que tanto israelíes como palestinos, junto con la comunidad internacional, tomen medidas concretas para retomar el camino hacia una solución de dos Estados. Guterres instó a trabajar rápidamente para restablecer la seguridad y dignidad de la población afectada.
Finalmente, la ONU continúa su apoyo a estos esfuerzos, buscando fortalecer al Gobierno palestino y preparar a la Autoridad Palestina para asumir sus responsabilidades en Gaza, promoviendo un horizonte político tangible y duradero para la paz en la región.
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