La investigación de la AFIP, que duró un año y medio, reveló que la organización reclutaba personas en situación de vulnerabilidad para utilizar sus datos en la emisión de las facturas falsas. Esta práctica permitió evadir impuestos al Valor Agregado (IVA) y Ganancias. El total facturado fraudulentamente asciende a diez mil millones de pesos.
La AFIP presentó la denuncia en la justicia federal de Rosario, lo que llevó a los allanamientos en estudios jurídicos y contables. Durante los operativos se incautaron dinero en efectivo, autos, motos, equipos informáticos y teléfonos celulares, evidenciando la magnitud de la organización delictiva.
La acción de la AFIP forma parte de un esfuerzo continuo para combatir la evasión fiscal en Argentina. Este tipo de operaciones busca desarticular redes de facturación falsa que afectan significativamente la recaudación tributaria y distorsionan la competencia empresarial.
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