Durante el primer cuatrimestre del año, Argentina experimentó una significativa pérdida de empleos, alcanzando casi ciento veinte mil despidos. Las cifras oficiales reflejan una caída en el empleo tanto en el sector privado como en el público, evidenciando la magnitud de la recesión económica que afecta al país.
El sector de la construcción fue el más golpeado, liderando el ranking de despidos. Este fenómeno no se limita a la construcción, ya que otras áreas del sector privado también sufrieron reducciones importantes. En total, el empleo privado se redujo en casi noventa y cinco mil personas.
El empleo público también se vio afectado, con una disminución de veintidós mil puestos de trabajo en la nación y las provincias. Además, el empleo formal en Casas Particulares se redujo en diez mil personas, mientras que el número de monotributistas aumentó en cuarenta mil, reflejando un cambio en la dinámica laboral.
El presidente Javier Milei destacó previamente que había habido veinticinco mil despidos en el Estado y anticipó que se sumarían cincuenta mil más en los próximos meses. Estas cifras subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de medidas para mitigar el impacto en el empleo.
Las estadísticas de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) muestran que la contracción del empleo asalariado registrado en el sector privado continuó en abril. La tendencia negativa en el mercado laboral plantea desafíos significativos para la recuperación económica del país.
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