La propuesta ha sido recibida con opiniones divididas. Algunos sectores consideran que esta medida podría fortalecer la democracia y la justicia, al permitir que los ciudadanos tengan un mayor control sobre el poder judicial.
Sin embargo, críticos argumentan que la politización del sistema judicial podría comprometer la independencia de los jueces y magistrados. Temen que las elecciones puedan llevar a decisiones basadas en la popularidad en lugar de la imparcialidad y el mérito.
La presidenta electa ha defendido su propuesta, afirmando que es un paso necesario para combatir la corrupción y garantizar que el poder judicial refleje la voluntad del pueblo. Planea implementar un sistema de elecciones justas y transparentes para evitar cualquier influencia indebida.
Este cambio en el sistema judicial mexicano podría tener repercusiones significativas en la forma en que se administra la justicia en el país. La comunidad internacional observa con interés cómo se desarrollará esta propuesta.
Etiquetas: presidenta electa, México, jueces, voto popular, justicia
