Además, la ley incluye una reforma laboral que flexibiliza las condiciones de empleo y fomenta la regularización del trabajo no registrado. Se establece la privatización parcial y total de empresas como Enarsa y Aysa, entre otras, con el objetivo de atraer capital privado y mejorar su eficiencia.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es otro eje central de la ley, diseñado para atraer inversiones en sectores estratégicos como petróleo, gas y tecnología. Este régimen ofrece beneficios fiscales a inversiones superiores a doscientos millones de dólares, buscando estimular el crecimiento económico y la generación de empleo.
La reforma fiscal también abarca cambios en los impuestos de Bienes Personales y Ganancias. Se eleva el mínimo no imponible y se implementan alícuotas progresivas. Además, se establece una moratoria para deudas tributarias y un programa de blanqueo de capitales con incentivos para regularizar activos no declarados.
Estas medidas buscan fortalecer la economía argentina, mejorar la eficiencia del sector público y atraer inversiones significativas. La aprobación de la Ley Bases marca un hito en la agenda de reformas del gobierno, con un enfoque en la estabilidad y el crecimiento económico.
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