La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, declaró que en su partido, Hermanos de Italia, no hay lugar para el fascismo. Este comentario fue en respuesta a un video filtrado donde miembros del partido realizaban saludos fascistas. Meloni enfatizó que cualquier forma de racismo, antisemitismo, o nostalgia por regímenes totalitarios es inaceptable. Afirmó que el partido es conservador y debe distanciarse de cualquier comportamiento que no refleje esta postura. La oposición critica a Meloni, acusando al partido de ser un refugio para la ultraderecha.