El Gobierno ha implementado cambios significativos en el impuesto a los autos de lujo, con efecto hasta finales del presente año y actualizaciones trimestrales. La falta de ajuste en este gravamen había llevado a que cerca del 90% de los vehículos nuevos estuvieran sujetos al mismo, impactando negativamente en las ventas de las concesionarias. A partir del reciente decreto 84/2024, se establece una base mínima imponible para el impuesto interno a vehículos, afectando a aquellos cuyo precio de salida de fábrica sea igual o inferior a $20 millones, con una tasa que alcanza aproximadamente los $28 millones.
Con estas modificaciones, se espera un alivio para el sector automotor, que había experimentado un freno en sus ventas debido al impacto del tributo sobre los vehículos. Las nuevas escalas impositivas afectan también a los motovehículos, con cambios significativos en los precios de salida de fábrica y tasas aplicables. Estas medidas, largamente esperadas por automotrices y concesionarias, podrían reactivar la dinámica del sector en los próximos meses, según lo expresado por la subsecretaria de Política Industrial, Daniela Ramos.