Rusia ha declarado que la OTAN representa una “amenaza” para el país, especialmente después de que la organización iniciara sus mayores ejercicios militares desde la Guerra Fría. Estas tensiones surgen en un contexto de guerra en curso con Ucrania y el temor creciente en Europa ante el avance de Vladimir Putin sobre otros países.
Las relaciones entre la OTAN y Rusia se han tensado desde la ofensiva rusa en Ucrania en 2022. La Alianza ha puesto en marcha el ejercicio militar Steadfast, movilizando a 90.000 soldados para ensayar ataques, lo que ha sido visto como una medida de urgencia para evitar un conflicto a mayor escala.
El Kremlin ha criticado los ejercicios de la OTAN, calificándolos como una amenaza y anunciando que tomará medidas apropiadas al respecto. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, la OTAN ha desplegado su infraestructura militar cerca de las fronteras rusas durante décadas, lo que consideran una provocación.
Este ejercicio militar, llamado Steadfast, es la mayor simulación de combates organizada por la Alianza desde el fin de la Guerra Fría. Se espera que involucre a unos 50 navíos, 80 aviones y 1.100 vehículos de combate, y tiene como objetivo simular la respuesta de la OTAN ante un ataque de un rival como Rusia.
