La Plaza Congreso se convirtió en escenario de tensión cuando Máximo Kirchner, acompañado por otros legisladores del kirchnerismo y la izquierda, acudió para denunciar lo que consideraban una “salvaje represión policial”. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando manifestantes empezaron a insultarlo y arrojar piedras y botellas, forzándolo a regresar precipitadamente al Parlamento.
El incidente se produjo durante el debate por la Ley Ómnibus, cuando un grupo de legisladores decidió abandonar el recinto para enfrentarse a los uniformados a cargo del operativo. Entre ellos estaban Myriam Bregman, Romina del Plá y Nicolás del Caño, quienes exigían el cese de lo que consideraban una violencia desproporcionada.
Aunque inicialmente el clima no parecía hostil para Kirchner, la situación se volvió cada vez más tensa, con manifestantes tildándolo de “traidor” y lanzando objetos cerca de él. Esto provocó su rápida retirada, resguardado por allegados, y generó un revuelo en las redes sociales, donde su nombre se convirtió en tendencia.
En medio de la controversia, Kirchner criticó el operativo de seguridad y llamó a la reflexión sobre la actuación policial en manifestaciones, señalando el riesgo tanto para los manifestantes como para los agentes. El incidente refleja la polarización política y la crispación social que se vive en Argentina.
