La medida surge en un contexto donde el Poder Ejecutivo busca revertir un fallo judicial que suspendió la aplicación del capítulo laboral del DNU 70/23. Según Adorni, esta reglamentación busca eliminar la obligatoriedad de afiliarse a la obra social correspondiente al sindicato, brindando mayor autonomía a los beneficiarios. Además, se aclara que podrán ejercer su derecho de elección una vez al año desde el inicio de su relación laboral, sin intermediaciones.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha expresado su postura, destacando que las prepagas no reemplazarán las obras sociales sindicales en la prestación de salud. Héctor Daer, líder sindical, señaló que estas medidas afectan la estabilidad de las obras sociales, sostenidas en gran medida por los aportes sindicales. José Luis Lingeri, secretario de Acción Social de la CGT, destacó la importancia de eliminar la triangulación entre obras sociales y prepagas, permitiendo a los trabajadores contribuir directamente a la prepaga si así lo desean.
En conclusión, la desregulación de las obras sociales sindicales y la posibilidad de derivar los aportes a prepagas marca un cambio significativo en el sistema de salud laboral en Argentina. Esta medida busca otorgar mayor libertad de elección a los trabajadores y promover la competencia en el sector, aunque genera preocupación en cuanto al futuro de las obras sociales y su financiamiento.