El contexto en torno al DNU es complejo, con varios desafíos tanto legales como políticos. Por un lado, la Justicia ha suspendido el capítulo laboral del decreto, debido a cuestionamientos sobre su impacto en la flexibilización laboral. Además, se han dictado suspensiones en casos particulares relacionados con prepagas y obras sociales. Por otro lado, hay una intervención pendiente de la Corte Suprema respecto al DNU, lo que agrega incertidumbre al panorama.
La situación política también es delicada, con tensiones entre el presidente Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel. La convocatoria a tratar el decreto en el Senado ha generado hostilidades en redes sociales y un comunicado de la Oficina del Presidente expresó preocupación por decisiones unilaterales en la agenda legislativa. Se espera una votación ajustada, con la posibilidad de que el DNU sea rechazado por la cámara alta.
Sin embargo, incluso si el Senado rechaza el decreto, este seguirá vigente hasta que también sea rechazado por la Cámara de Diputados. Esto plantea un escenario prolongado de incertidumbre sobre el futuro del DNU y sus implicaciones para la economía y la política del país. La sesión de este jueves en el Senado podría ser crucial para determinar el curso de acción a seguir con respecto a este controvertido decreto.