La retirada de YPF no solo impacta en la economía, sino también en el medio ambiente, dejando pasivos ambientales que requieren atención inmediata. La gestión de estos pasivos es crucial en la transición tras su salida. Además, la selección cuidadosa de nuevos operadores y la adecuada gestión de concesiones son fundamentales para garantizar la sostenibilidad del sector.
La decisión de YPF plantea desafíos significativos para el sector petrolero y la economía provincial en su conjunto. Se requiere un abordaje integral de los aspectos económicos y ambientales para asegurar un desarrollo sostenible a largo plazo. La preocupación radica en evaluar cuidadosamente las alternativas futuras y garantizar la continuidad y estabilidad del sector en la región.