señales de recuperación. Según el Observatorio de la Cadena Láctea
Argentina (OCLA), la producción en junio fue de 842 millones de litros,
un 7% más que el mes anterior. Sin embargo, esta cifra representa una
caída del 7.1% en comparación con el mismo mes del año anterior,
reflejando una tendencia preocupante en la industria.
La disminución de la producción fue desigual entre las regiones y los
diferentes tamaños de tambos. En Córdoba y Santa Fe, que representan dos
tercios de la producción nacional, las caídas fueron significativas. Los
tambos más grandes, con más de 6,000 litros diarios, experimentaron
menores pérdidas, mientras que los tambos medianos y pequeños vieron
caídas de hasta 15.9% interanual.
El OCLA atribuye la caída en la producción a varios factores, incluyendo
el estrés térmico y la falta de recursos financieros para alimentación
adecuada, lo que también afectó la salud del ganado. Las pérdidas en la
cadena de valor fueron notables, con una disminución del 4.5% en
unidades productivas y del 6.5% en el número de vacas.
Se espera una recuperación gradual de la producción en la segunda mitad
del año. Los datos indican que la producción podría volver a valores
positivos interanuales entre agosto y septiembre. Sin embargo, el
acumulado anual aún podría estar entre un 4% y un 6% por debajo del año
anterior.
El último cuatrimestre del año es crucial, ya que representa alrededor
del 38% de la producción total anual. La industria láctea necesita
estabilizarse y afianzar su crecimiento para salir de los números rojos
y enfrentar los desafíos futuros.
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