Se espera una aprobación general para la ley ómnibus en el recinto de Diputados, aunque con marcadas disidencias y rechazos en la votación particular. Este escenario refleja las negociaciones y tensiones dentro de los bloques políticos. El gobierno de Javier Milei se enfrenta a su prueba de fuego con esta sesión, donde se discutirá una iniciativa que ha sido objeto de múltiples recortes y eliminaciones de artículos. A pesar de contar con el respaldo de algunos bloques clave, como el oficialista, el PRO, la Unión Cívica Radical y parte de Hacemos Coalición Federal, se anticipa una larga jornada de debate en la Cámara de Diputados, con importantes disidencias internas.
Los números preliminares indican que el gobierno cuenta con suficientes votos a favor para asegurar la aprobación en general de la ley. Sin embargo, se espera que dentro de los propios bloques haya discrepancias significativas, especialmente en temas sensibles como la transferencia de fondos o las privatizaciones. Aunque se prevé un apoyo mayoritario, se anticipa un debate exhaustivo, con la discusión de cada artículo del proyecto de ley. Esta situación refleja las tensiones y divergencias políticas presentes en el ámbito legislativo.
A pesar de las objeciones y las disidencias, el gobierno ya ha asegurado el quórum necesario para iniciar la sesión. El escenario actual muestra un respaldo mayoritario a la ley ómnibus, pero también revela la existencia de voces críticas y posibles votos en contra dentro de la misma coalición gobernante. A medida que se acerca el inicio de la sesión, las miradas se centran en aquellos diputados que aún no han definido su posición, lo que podría influir en el resultado final de la votación. La jornada se presenta como un desafío para el gobierno, que busca avanzar con su agenda legislativa en medio de un panorama político complejo.