En medio de tensiones políticas, Javier Milei desencadenó una ruptura con los gobernadores, desbaratando así la estrategia oficialista. Esta movida impactó en el delicado equilibrio parlamentario. Mientras, el presidente se prepara para enfrentar las sesiones ordinarias del Congreso, aumentando la incertidumbre sobre su recepción. Los intentos de diálogo, liderados por Francos y Villarruel, quedaron en el olvido ante el giro radical de Milei y su círculo cercano. Esta decisión, tomada sin coordinación previa, sorprendió incluso a algunos miembros del oficialismo. Además, las insinuaciones sobre la intervención en Chubut generaron polémica y fueron rápidamente descartadas desde la Casa Rosada.