En materia de seguridad, Milei responsabilizó a las organizaciones de izquierda por la crisis y el caos político, asegurando que las fuerzas de seguridad fueron desatendidas y desfinanciadas. También destacó la pobreza infantil y criticó la riqueza de la clase política frente a la situación de vulnerabilidad de los niños en el país.
El presidente señaló la importancia de reconocer la crisis heredada y su impacto en la pobreza, desmitificando la idea de que esta surgió de manera repentina. Además, resaltó la necesidad de impulsar el capitalismo y la libertad económica para mejorar la productividad y los salarios reales en el país.
El discurso de Milei provocó diversas reacciones, con concentraciones de grupos de izquierda y kirchneristas afuera del Congreso para repudiar sus palabras, mientras que desde el gobierno se pidió apoyo a sus seguidores libertarios. El presidente enfatizó la importancia de enfrentar los desafíos económicos y sociales del país, marcando un tono crítico y realista en su mensaje ante la asamblea legislativa.