Vaccaro criticó duramente las políticas del gobierno actual, acusándolas de ser un ataque directo al corazón de la cultura nacional. Destacó que la participación del presidente no solo era una cuestión de logística, sino también un acto que muchos consideraban contradictorio con los valores culturales que promueve la Feria.
La situación financiera descrita puso en relieve la tensión entre las necesidades culturales de la comunidad y las restricciones presupuestarias impuestas por el gobierno. Según Vaccaro, las políticas de Milei han llevado a recortes significativos en áreas clave como el Fondo Nacional de las Artes y el Instituto Nacional del Cine (INCAA), afectando profundamente al sector cultural.
La respuesta de Vaccaro no solo fue un rechazo a la visita de Milei, sino también un llamado a la resistencia cultural. Subrayó que asistir a la Feria del Libro este año representaba un acto de rebeldía y resistencia contra las políticas gubernamentales que muchos perciben como devastadoras para el sector cultural.
Este episodio en la Feria del Libro es un reflejo de las tensiones más amplias entre el gobierno y los sectores culturales en Argentina, evidenciando un clima de descontento y preocupación entre los defensores de la cultura frente a las decisiones políticas y económicas actuales.